29 abr 2024

Rencillas que son guerras

Lo contaba muchas veces ya de mayor, cuando el descaro y el desengaño formaban ya parte del modo de mirar la vida. ¿Sabes por qué me casé contigo? Por consejo de mi mejor amigo, el Braulio. ¡Ja, ja, ja! Le pregunté yo que qué hacía, si casarme contigo o no. ¿Y sabes qué me dijo? Una frase de sabio: “Hagas lo que hagas te vas a arrepentir”. ¡Ja, ja, ja! Total, daba lo mismo. ¡Ja, ja, ja! La mujer ni se inmutó y siguió leyendo un viejo manual sobre el cuidado de plantas. En aquel momento consultaba cómo cuidar la hermosa adelfa que tenía en el jardín. La intoxicación con adelfa ocurre, leyó, cuando alguien come las flores o mastica las hojas o tallos. Levantó la vista, posó sus ojos en el marido, luego en el guiso humeante que estaba en el fuego y sonrió. 

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