28 jul 2023

Abuelo voluntarioso

La familia entera estuvo confinada en la primera oleada del COVID 19. El abuelo pagaba de su bolsillo los test y él mismo nos pasaba la prueba a todos los miembros de la casa. Aunque siempre éramos asintomáticos nadie nos quitaba los 10 días de encierro. Así tres veces en medio de un año. Mi hermana, que aparte de estar harta era la más lista, se mosqueó y pidió al médico de familia que estudiara esa loca tendencia familiar a dar positivo sin padecer síntomas ni secuelas de la pandemia. Costó unos días, sí, pero el diagnóstico finalmente esclareció todo. El abuelo padecía discromatopsia, una alteración en la percepción del color, o sea, daltonismo.

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