Es cierto que detrás de cada ser humano se esconde una historia,
pero no es menos cierto que a cada persona le acompañan otras muchas más historias, tantas cuantas dinosaurios encuentra en cada despertar...
Aquel mendigo era un pozo sin fondo de buenos recuerdos y amenas historias. Muchos colegas se pegaban por dormir a su lado y pasar una noche feliz. Eran los pequeños placeres que aún les estaban reservados a los sintecho de mi ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario