El lado humano de quien no lo tiene

El dictador de aquel país dejó conmovida a la ciudadanía cuando confesó sus problemas con un juanete que le impedía andar con normalidad. He presidido el desfile aguantando el dolor por puro patriotismo, esto es un padecimiento inhumano que me mortifica... Las masas ponderaron el esfuerzo y dieron muestras de fervor y adhesión a su héroe y líder. Cuando estas noticias llegaron a las mazmorras donde cientos de ciudadanos se pudrían por el simple pecado de oponerse al autócrata, hubo alguien que supo definir el verdadero pecado del mandamás. Me jode el victimismo de los verdugos.

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