Hubo una vez una catástrofe natural que cambió el mundo. Se conoce, porque murieron hasta los dinosaurios y porque algunos restos se han encontrado y han podido aportar información de aquel cataclismo. El caso es que, por lo que se sabe, costó mucho que resurgiera la vida en la Tierra y hubo que empezar de nuevo la conquista de la superficie y profundidades del ancho mundo. No se sabe cómo, pero el caso es que un día un hombre que deambulaba perdido de aquí para allá se topó con una mujer que hacía lo mismo pero al revés, iba de allá para acá, y no tuvieron más remedio que saludarse y compartir información e inquietudes. Y fue curioso, porque primero se preguntaron por el nombre. Yo me llamo Eva. El otro abrió los ojos como nunca y añadió sorprendido. Yo, Adán.
________
No hay comentarios:
Publicar un comentario