19 feb 2021

El pájaro que nunca es anónimo

En aquel atardecer el abuelo Simón y el tío Machuca tenían alma ecologista. Ayer escuché cantar al cuco un buen rato. Yo también, creo que nos ronda. No te rías, a mí me intriga. Y a mí, es un ave peculiar. Fíjate, llega al principio de la primavera y pone un huevo en una docena de nidos ajenos. O sea, podemos decir que a los  hijos se los crían padres postizos. Claro. Y sin ninguna relación con sus progenitores, los jóvenes repiten los mismos patrones de conducta que sus padres biológicos. Es decir, que no reciben educación o adiestramiento directo como otras aves y, sin embargo, aprenden. Fíjate, los adultos emigran a África en julio y las crías en septiembre sin ayuda ¿Lo harán por puro instinto? Así será, es increíble. Y se hizo el silencio entre los dos amigos que sin duda rumiaban todo lo que se había hablado. Tras unos minutos el tío Machuca levantó los ojos del móvil y reanudó la conversación. Leo en Google que antiguamente se pensaba que el Cuculus canorus, después de la puesta, se convertía en halcón, pero que eso es absolutamente falso, pues son especies diferentes. Es que eso sería el colmo. No deja de intrigarme, de verdad. Mira lo que pone aquí: ¿Sabes que el cuco es el único pájaro que sabe decir su nombre? Lo que me faltaba por oír.

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