Hoy
he visto a un viejo profesor que tenía toda la pinta de ser abuelo.
Que conste, con autoridad y mando. ¿Por qué? Iba con su grupo de
niños y niñas a la piscina con un relativo ruido de voces. Todo en
orden. El ha desaparecido y su alumnado ha estado en la pileta de
agua con los monitores de turno. También en orden. Al finalizar la
sesión me lo he encontrado de nuevo a la salida de vestuarios, justo
en el pasillo donde se alinean en una de las paredes una colección
de espejos y al menos 25 secadores. ¿Qué hacía? Secar el pelo a
sus niños y niñas. ¿Edad de las criaturas? 6 ó 7 años. Me ha
llamado la atención la naturalidad de la escena. Estos infantes, he
pensado, viven relajados en un mundo en el que todo se hace deprisa,
por desgracia. Al tomar el ascensor me he topado con un grupito de
niños revoltosos tirados por el suelo. Parecían pegarse. La víctima
me ha mirado y ha soltado una queja. Éste me ha pegado, me ha dicho
riéndose. Para mí que te gusta, le he dicho. Infancia feliz. Me han
dado ganas de felicitar al viejo profesor.
_____ o _____
No hay comentarios:
Publicar un comentario