Erase
una vez un ramo de rosas rojas que iba dirigido a una joven querida.
Era una prueba de amor destinada a sellar una unión de por vida. Una
de las flores se desprendió y cayó al suelo, donde fue pisoteada y
menospreciada. Sus compañeras del ramo ni se enteraron, que ellas
recibieron alabanzas, cuidados y elogios en abundancia. La
desgraciada, sin embargo, padeció toda clase de calamidades y expiró
sin entender qué hace que la vida sea de repente un infierno. Fui
educada para ser admirada y respetada, se quejó momentos antes de
morir a voz en grito. Sin embargo, ¿por qué a mí, precisamente a
mí, y ahora me pasa esto? Nadie escuchó, nadie respondió.
_____ o _____
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