Doña Mercedes evalúa a Juan Badaya

Hoy me ha tocado pasar un rato con doña Mercedes. Iba de paseo con una hija que nos ha unido a su grupo. La ocasión se ha alargado con un café. La señora no ha parado de hablar de su vida, sus grandes experiencias y sus últimas esperanzas. En un momento ha alzado sus gafas de sol y me ha mirado descaradamente a los ojos, añadiendo un comentario desinhibido. Quiero saber si tu marido es guapo, le ha dicho a mi mujer. Juan Badaya se ha sentido alagado, sin más.

Pero la guinda ha sido el comentario final que ha hecho a mi compañera cuando caminaban ambas cogidas del brazo. Tu marido es muy guapo, le ha dicho con aire cómplice de viuda ya de muchos años. Siento acabar esta historia diciendo que mi mujer aún se ríe. Estoy algo confuso, lo siento, no añado más comentarios.

_____ o _____