La
embarcación ascendía por el río Magdalena con lentitud, dando
tiempo a los pasajeros a divisar los afilados dientes de los
caimanes. Patrocinio Villalta se echó al hombro su rifle y disparó
al primero que se le puso a tiro. El animal se volteó y despareció
en el fondo, acompañado de los aplausos de los pasajeros que
celebraron la puntería del cazador. Así ocurrió durante un buen
rato en el que, por pura diversión y sin ninguna protesta del
pasaje, se fue sembrando el curso del río de cadáveres de reptiles.
El
capitán de la nave permaneció ausente hasta que una pasajera se le
acercó.
-¿No
es una matanza injustificable? Esto es una barbarie de otras épocas.
-Mi
abuelo contaba -le explicó- que en el Estrecho de Magallanes, la
marinería disparaba por pura diversión a los fueguinos que estaban
en la orilla -y le argumentó-. No me diga que no hemos progresado.
_____ o _____