8 ago 2014

El silencio amigo

A la sombra del árbol de las confidencias, los dos compadres daban rienda suelta a sus pensamientos. El abuelo Simón llevaba la voz cantante.
-Siempre me han asombrado las explosiones de ira que he visto a mi alrededor.
-Te refieres a esos enfados en los que brotan chispas -abundaba el tío Machuca.
-Sí, me han parecido fuegos artificiales que no servían más que para satisfacer el ego del protagonista.
-Osea, que si discutimos tú y yo es por cultivar el ego ¿no?
El abuelo Simón, no respondió de inmediato. Miró a los ojos a su amigo que, por supuesto esperaba un exabrupto del cascarrabias de su compañero, y clavando su mirada en él, sentenció.
-Me has entendido perfectamente, ¡carajo!
-Eso es argentino.
-O gallego, ¡carayo!
-Ya estamos...
-¡Ja!
Y se hizo el silencio, esa forma de tregua inteligente que tantos fuegos apaga.
_____ o _____

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