Mamá
no regresaba a casa hasta las siete, pero aquel día apareció antes
de lo previsto. Papá se levantó del sofá y silenciosamente
recogió la botella de cerveza, las colillas y los calcetines
abandonados en el suelo. El abuelo escondió unas galletas tras la
cortina. Yo me puse a hacer los deberes de clase y mi hermanito se
levantó del orinal desparramando las esencias que tanto tiempo había
trabajado ante nuestra indiferencia.
La
escena, entrañable, conmovió a mi madre que gritó eufórica
aquello de ¡Hogar,
dulce hogar!,
antes de que nos conmoviera a todos con su llanto.
_____ o _____
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