Mortales

Dicen que todas las personas nacemos con un reloj en el corazón y un calendario en la frente. El primero nos indica cuándo debemos movernos o descansar, cerrar y abrir los 

ojos, amar y vivir. El segundo nos va marcando el ritmo de la vida y los acontecimientos que la adornan, los pasos importantes y definitivos. Incluso nos recuerda en un cierto momento que ya hemos vivido suficiente y que llega la hora de la despedida. Dicen algunos que este paso se acepta con naturalidad.

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