Mirando para atrás

A mi abuelo materno el ayuntamiento le ha otorgado el título de hijo predilecto. Bien merecido, porque el hombre se ha pasado muchos años investigando en el archivo municipal y ha ordenado toda la información allí almacenada. Gracias a él sabemos al detalle cosas que el pueblo ha olvidado, como lo sucedido en el pueblo en los siglos pasados. Por ejemplo, nos contó en la cena de Navidad, ante el escándalo de mi madre, que mi tatarabuelo fue multado en 1887 por orinar en la vía pública. ¡Abuelooo!

NOTA: texto finalista e3n el concurso de enero de Creatividad - Micronarrativa

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