No iré a recoger el premio

Uno tiene muchos años y mucha sabiduría, tanta que a menudo es difícil usarla. Es mi caso. Hoy, día de los inocentes, en la televisión local me han hecho una encuesta en la calle sobre mis mejores deseos para el año 2025. Lejos de pensar en mí mismo he centrado mis esperanzas en que desaparezcan las penas de este mundo, las guerras, injusticias, ambiciones y pobreza. Resulta que en un magazine de la tarde han hecho votar a los televidentes por el entrevistado más iluso y yo he salido ganador.

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