Una
angustia se me coló en casa y me destrozó. Empezó por una comezón
que me mordía por dentro, con un nudo en la garganta que me obligaba a
balbucear. Eran mis demonios que me robaban el ánimo y la firmeza,
convirtiéndome en un pelele. Me bañé en alcohol y la derroté por
momentos, pero acabó resurgiendo aún con más fuerza. Pedí ayuda
al dios del sueño y todo se transformó en tortura. Pensé en una
soga de nudo correrizo, en un precipicio, en las vías de un tren,
pensé en cortar por lo sano. ¿Sano? Esta expresión, así dicha, me
arrancó una sonrisa, que era imposible coquetear con la muerte y
mencionar lo de sano. Entendí que el humor podría ser mi refugio. Y
así derroté a mi angustia. Hoy me río de ella.
_____ o _____
No hay comentarios:
Publicar un comentario