Páginas del BLOG

30 dic 2024

Incomprendido en Tambomachay

Tuve que quedar mal con aquella señora quechua, pues después de posar con ella y su corderito recién nacido, creo que era el más inteligente de los tres, me fui sin dejarle una moneda. El problema es que solo tenía un billete de 40 soles en el bolsillo y no se lo pude explicar. Menos mal que tenía que regresar por el mismo lugar. Me busqué la vida y regresé con dinero suelto. De nuevo me acerqué a ella y le comenté algo que estoy seguro que no me entendió, tal como dicen que ocurre y pasa con los gringos torpes. Señora, la moneda que le dejé de pagar antes. Ni me entendió. Eso sí, aceptó mi óbolo. Puse cara de circunstancias y seguí mi camino. El cordero andino que le acompañaba fue más agradecido, porque no ocultó sus sentimientos. ¡Beeeehhhh! Corchos, ése me ha entendido, exclamé. Mi mujer me miró. ¿Ya empiezas a hablar solo? Pobre Juan Badaya, pensé para mis adentros.
__________

No hay comentarios:

Publicar un comentario