7 may 2018

Un buen desenlace

El cartero repartió el correo de manera muy profesional, como siempre, haciendo llegar cada envío a su destinatario. Pero tengo que decir que cometió un fallo, porque a mi buzón llegó una carta equivocada. Iba dirigida a una persona con mi apellido, que no era yo, y que vivía en mi calle, pero no se indicaba el número del portal. Hombre, para mí fue una sorpresa saber que alguien más, y encima en mi calle, se apellidara Badaya. Ane Badaya. La carta venía de Universität Erlangen-Nürnberg y supuse que contenia algo importante para la destinataria. Tenía dos opciones, devolverla o tratar de buscar a mi homónima. Hice esto último. Localicé a alguien en Twitter con nombre y apellido idéntico y le mandé un aviso claro y conciso. Tuve éxito. A las 24 horas aparecieron ella, su hermana gemela y la madre, todas ellas sorprendidas por los hechos. Me hicieron las preguntas justas y me agradecieron de corazón el favor: Eran las notas del curso de Erasmus que Ane Badaya había realizado en Alemania y que necesitaba para incluir en su curriculum de estudiante de Ingeniería. Todos felices y una amiga más.
_____ o _____

No hay comentarios:

Publicar un comentario