De
niño, Julio Diez, mi compañero de pupitre, siempre quiso ser
guardia civil, como su padre. Le notaba tan convencido que nunca le
llevé la contraria. Y él lo tomó como apoyo por mi parte. El
tiempo, los años y los caminos de la vida nos distanciaron. Y tengo
que contar una cosa, siempre he deseado encontrármelo por ahí,
aunque sea un día incómodo como la operación salida de Semana Santa,
por ejemplo, teniendo que ponerme una multa. Tú eres idiota, oigo
que me dicen. Es mi mujer. ¡Mierda! Con esto de la edad, cada vez me
pasa más que pienso en voz alta.
_____ o _____
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