Sayón y esbirro, torturador

Ayer me enteré que el padre de Paco, de verdad, de verdad, es verdugo. Siempre habíamos pensado que trabajaba de ordenanza en un banco, pero no, que parece que en realidad es el verdugo oficial de la ciudad. Nadie lo sospechaba, porque, como todo el mundo sabe, llevan capucha, o mejor dicho, verduguillo, algo que viene muy a cuento y a él le ha mantenido en el anonimato. El caso es que nos hemos informado de buenas fuentes que este señor, tan timorato y de orden, ha ultimado todos los reos de los últimos 20 años. Pero como desde hace no más de un año se ha derogado la pena capital, este señor se ha ido al paro. Y no ha tenido ningún reparo en solicitar la prestación, aduciendo con descaro que ha dejado de ejercer de sayón. Manda narices, que diría una castizo.

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