Páginas del BLOG

6 jun 2025

Frikis por todas partes

Yo empujaba una silla de ruedas camino del Centro de Salud. En medio de la ruta encontré un ascensor que nos elevaba más de 50 m. Hubo que hacer cola y esperar. Frente a mí un hombre estrambótico, vestido de negro, botas verdes, cabeza rapada, salvo la zona de la coleta, que por lo menos alcanzaba los 40 cm. A su lado un tipo joven, de negro riguroso, botas militares con 5 cm. de suela, la cabeza semirrapada con un tatuaje que le ascendían más arriba del cogote y un aro en la nariz que me dio que pensar en cómo se limpiaría los mocos, con perdón. Yo empujaba la silla de ruedas de una anciana que no sé qué pensaría, pero yo sí que me dije que menudo par de frikis tenía de colegas en el ascensor. Cuando llegamos al fin del trayecto, 50 m., sería porque ya estábamos más cerca del cielo, se me aclararon las ideas y pensé que el friki era yo: Vestido de negro también, con zapatos, pantalones, gabardina y txapela negra, o séase boina, y saliendo con una chavala de 92 años protegida por una manta gris, oh qué fallo, sobre ruedas. Todo es relativo, carajo, me dije.
__________

No hay comentarios:

Publicar un comentario