Páginas del BLOG

23 oct 2024

Tipo duro

Era inquilino del presidio desde que le condenaron por un asunto grave, navajas de por medio. Era un hombre de corazón de hielo. Y era, se lo dijo la sicóloga de la cárcel, alguien que ignoraba qué era la empatía. Pero tenía un algo desconcertante: Al llegar el otoño era él quien recogía con mimo las hojas que el viento llevaba hasta el patio de la prisión y era él el que las apretaba en el bolsillo del uniforme de presidiario cerca del corazón. Por si acaso, nadie se atrevía a mofarse de ello.

NOTA: Microrrelato presentado al concurso Otoño en el muro (500 caracteres). Septiembre 2024. Organizado por MUNDO ESCRITURA.
________

No hay comentarios:

Publicar un comentario